Me recordó mucho al mismo salón del año pasado, no solo porque se desarrolló en el mismo lugar, sino porque muchas de las bodegas repetían. Por eso intenté probar cosas diferentes, pero me costó un poquillo porque estaban las bodegas más conocidas y reconocidas elaboradoras de blancos. Quizás eché de menos más vinos catalanes.
Cosas curiosas: Celler Credo de Penedés. Mostraban varios vinos elaborados todos con variedad Xarello. Algunos de ellos están elaborados de manera completamente natural, sin añadir sulfitos. Y todos ellos tienen sabores completamente distintos, a pesar de estar elaborados con la misma variedad.
La Bodega Gil Family States presentó el vino Shaya 2013, un verdejo distinto y muy potente. Nada que ver con un verdejo standard.
Pero hablando de verdejos, sin duda alguna el rey es Ossian, elaborado con mucho mimo de uvas seleccionadas de viñedos centenarios y con fermentación sobre lías y posterior crianza. Es un vino fantástico.
Pazo Baión elabora un albariño de gran calidad. Y para terminar Veñas del Vero, que tienen un gewürzstraminer muy intenso y aromático y un chardonnay muy correcto.
Esta vez, eché de menos el Nivarius, un rioja elaborado con tempranillo blanco, que el año pasado me encantó y que este año no fue presentado porque a día de hoy todavía no está embotellado. Esta variedad no se encuentra fácilmente y es muy recomendable.
En general un salón lleno de muy buenos vinos pero pocas sorpresas y curiosidades. Las variedades protagonistas siguen siendo la verdejo y la albariño.
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