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viernes, 10 de febrero de 2012

¿Se están cargando los restaurantes el consumo de vino en sus locales?


Los últimos estudios sobre venta de vino en España nos muestran que el 40% de las ventas se realizan en el canal horeca y el 60% en el de alimentación. Lo que estos datos quieren decir es que el consumo en tienda es superior que el consumo en los restaurantes.
Y yo me hago la siguiente pregunta: ¿se están cargando los restaurantes el consumo de vino en sus locales con sus prácticas abusivas? ¿Es posible que la gente esté empezando a comprar el vino en la tienda para consumirlo en casa en lugar de pedirlo en un restaurante? ¿Cómo pueden hacer los restaurantes tan mala gestión con su carta de vinos? 
No solo me refiero a los precios abusivos, tambien me refiero a la selección de vinos.

Empecemos por los precios: Los restaurantes, salvo raras excepciones, toman el precio del distribuidor, lo multiplican por dos y le suman 6€. Así un vino que cueste 5€, acabará a 16€ en la carta.
Seguimos por la selección de vinos: Solamente los restaurantes muy exclusivos tienen cartas de vinos aceptables, con variedad de denominaciones de origen, varias clases de vinos además del tinto y blanco. Incluso en algunas de estas cartas de vinos tan cuidadas te hacen una breve explicación de las distintas variedades de uvas y añadas de los distintos vinos. Estoy hablando de las raras excepciones, cuando esto debería ser lo habitual. Lo normal es que un restaurante medio tenga una carta desastrosa, con varios riojas, varios riberas y alguna denominación con bola extra. Y los blancos, pues eso, un verdejito y un albariño. Así salvan el tipo.
¿Y con esta estupenda oferta y los mismos vinos de siempre quieren que la gente entre en su restaurante y consuma vino? Claro a la gente se le quitan las ganas de salir a comer o cenar fuera. Prefieren gastarse el dinero en un vinazo, beberlo en casa en buena compañía y no sentirse estafados. Personalmente creo que los restaurantes en general deberían cuidar mucho esta parte de su negocio, no solo la culinaria. Al fin y al cabo, ellos son vendedores de vino, su verdadero negocio debería estar en su cocina, no en su bodega. 

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