Ultimamente estoy hablando mucho de la Ribera del Duero, pero no lo puedo evitar. Se están haciendo cosas muy buenas y hay que contarlo.
Es un jóven que ya tiene la madurez que le dan los tres meses en barrica de roble francés.
Visualmente es "insultantemente" bonito. Un cereza con vetas violáceas, con una capa importante, limpio y brillante.
En nariz es una golosura, frutos rojos, frambuesas y un toque de madera muy bien ensamblado.
En boca es redondo, un pelín astringente pero muy agradable.
Un vino altamente recomendable por un precio de unos 10€ aprox. Un lujo que, de vez en cuando, nos podemos permitir.

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